En el pasado, hoy y siempre la secretaria es el pilar dentro de una institución. Se dice que una buena secretaria nace, más no se hace, mientras que otros opinan que cualquier dama perseverante y con esfuerzo puede llegar a desempeñar esa significativa profesión. En pocas palabras, es el brazo derecho de su jefe y en ocasiones, puede aplicar su propia iniciativa y criterio, de tal forma que los asuntos reciban la debida atención.
Felicitaciones a todas las secretarias y de manera especial en esta fecha y tengan presenten que la labor que desempeñan es de suma importancia hoy, mañana y siempre.
Oración de la Secretaria
Dame oh Señor, la paciencia de Job
la sabiduría de Salomón,
la discreción de María, la lealtad de Juan Apóstol
y la hacendosidad de Martha
Haz Señor que me despierte cada mañana con una amplia sonrisa,
dispuesta a comprender el mundo entero
Que no me llamen sólo los trabajos fáciles, pues es tan satisfactorio
hacer lo que otros esquivan y asumir nuevos retos,
teniendo la oportunidad de aprender
Permíteme ser Señor, activa sin ser llamativa,
recatada sin ser mojigata
correcta, sin ser altiva
elegante, sin llegar a la exageración y arrogancia
alegre y entusiasta
Señor te doy gracias por haberme dado una labor
que me permita realizarme como mujer
sirviendote a ti, a mi prójimo, a mi empresa y a mi patria
que no me sienta devalorada ni menospreciada,
pues la función que realizo aunque no sea siempre reconocida sé que es vital
Oración de Secretaria
Señor:
Ayúdame a contestar amablemente cuatro teléfonos y atender
al mismo tiempo a dos visitantes mientras escribo la carta que
debe estar lista esta misma tarde, aunque sé muy bien
que la firmarán mañana
A cancelar mis compromisos particulares "otra vez"
-con carácter extraordinario-he de quedarme en la oficina
hasta tarde para acabar de transmitir un asunto "muy urgente"
A no perder la paciencia, si tengo que pasar horas en el archivo
buscando un papel que como me sospechaba,
está en el bolsillo del jefe
A tener memoria de ordenador para recordar hechos
que pasaron desapercibidos a mi jefe hace mucho tiempo atrás
y que según él estoy obligada a recordar facilmente
A tener la sabiduría y el sentido común de varios profesores universitarios
aunque mis estudios hayan tenido un alcance mucho más limitado
A que cuando el año termine, tenga la perspicacia necesaria para no
obedecer la orden de mi jefe de destruir esos archivos
que me pedirá una semana después
Finalmente, Señor, déjame ser atractiva para todos, incluso
para los visitantes inoportunos, pero permítime que
pase desapercibida a los ojos de la esposa de mi jefe
Gracias, os doy, Señor mío
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